4 de septiembre de 2016

Quería verte pero

Quería verte pero
se dio la vuelta el reloj
y volvimos al invierno,
al gélido paisaje
de la incomunicación.
Un puente congelado
tan frágil
que no puede transitarse.

Si lo intentara,
quebraría la fina capa de hielo
y caería al agua helada
sin remedio.

Ni siquiera puedo alzar la voz
porque la vibración es demasiado fuerte,
y este cristal que nos sostiene
demasiado delicado,
(no soportaría mis palabras
tan graves, tan pesadas).

Y todo quedó yermo
y todo quedó plano
las lágrimas que brotaron en verano
hace tiempo ya cristalizaron.
Y dibujaron este espacio glacial
en que nos encontramos.

Quería verte pero
se congeló el espacio
y una fina capa de nieve
se fue posando
poco a poco,
copo a copo,
sobre mí.

Y el tiempo siguió pasando,
viendo desaparecer el vaho,
perdiendo calor,
con cada suspiro.
Mi corazón palpitaba
cada vez más despacio.
Creí que hibernaba
pero me estaba apagando.

Quería verte
Quería haberte visto
cuando aún podía ver
y estirar los brazos
y sentir el calor del contacto
y escuchar una voz
que atravesara la pared,
este témpano helado.
Y creer...
sí, quizá podría haber creído algo,
cuando todavía
me latía el corazón.

Pero ya no puedo,
solo puedo pensar muy bajito
de vez en cuando.

Ya se congeló el sonido
y se paralizó el espacio,
ya no puedo sentir
ni calor ni abrazo

Y se paró el reloj,
y ya no hubo más tiempo
para nosotros dos.

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